martes, mayo 30, 2006

Campgràfic y la tipología de las erratas

Campgràfic, no Compugrafic, me señalan mi errata en la ficha del libro de Trapiello. Escribí el nombre de cierta empresa de la cual no sé nada desde hace mucho. ¿Alguien recuerda a Digita Victor? Lo dudo, fue una de las primeras compañías en hacer calculadoras electrónicas en México. Monstruosas y torpes, ni siquiera extraían la raíz cuadrada de los números.

Y pienso en los tipos de erratas:

Erratas por ignorancia, como la de Trabajos de amor perdidos. O como la de consumo por consuno.
Erratas por confusión, como la cometida con Compugrafic.
Erratas por soberbia, como la de Keats.
Erratas por pecunio, las más comunes, por deslectura de originales debida a cuestiones pecunarias, la usura, dirían Pound.

Y las que más amo:

Erratas por alegría, pese a involuntarias, muchas veces, siempre festejables, como la de cerditos hipotecarios.

Mil gracias, Rodrigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace un par de años vi una edición de Ulises de Joyce que tenía una errata bastante gorda en la primera palabra del primer capítulo. La traducción original de Salas Subirat decía "Imponente, el rollizo Buck Mulligan apareció en lo alto de la escalera,". Pero la errónea, editada por una casa bastante descuidada llamada Edicomunicación, empezaba: "Impotente,..." En la siguiente impresión han corregido esa errata, bastante evidente y perturbadora para el sentido del libro (pero seguro que hay un festín de otras muchas esperando).
¿En qué grupo la clasificaría usted?

Alfredo Herrera Patiño dijo...

Por pecunio, desde luego. La velocidad es madre de muchas erratas. Festina lente, decían los clásicos. Lento, que llevo prisa. Faltaron lecturas.

Saludos y parabienes

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