miércoles, septiembre 27, 2006

Schwob

Curarse del susto

A la manera más clásica, estuve instalado en el susto, pero la normalidad vuelve y se instala, sin importarle susto alguno. Por entregar un texto, y me mandan inquisición, y me asusto.

Converso con garróloga experta, y me regala algunas hipótesis harto interesantes.

El susto de álguienes cercanísimos quienes, para evitar asalto, se lanzaron en andas por andando del coche en movimiento y todo iba a pedir de boca, hasta tocar tierra con la cabeza y fue asunto de ambulancia (donde acompañé a la susodicha), hospital, convulsiones, tomografías perdidas, cambios de horario y cosas más.

Pero regreso a donde estaba o a quien era, y santas pascuas, nada mejor para el susto.

Excelente texto de Marcelo Uribe en Proceso, mesurado y argumentado, como es él, como debiéramos ser todos, como debiera discutirse todo el asunto. Tengo ninguna esperanza...

Entrevistas y reportaje sobre el caso de Fernando Valdés, pleno de obscuridades el caso, por fin libre...

Solicito a la SRE el expediente de Efrén Rebolledo, y me piden que demuestre, aunque sea en ochavo, genes compartidos... ¿No sabrán que fue embajador y, por ello, funcionario público? Parece que no...

¿Me ampararán ante el notoriamente improcedente que me recetó el IFAI?

Me encuentro un retrato de Saito Mokichi y me alegro...

lunes, septiembre 18, 2006

La librería del vaticano



La foto es de la agencia efe. El texto que sigue la acompañaba en El Universal. Sabrán ellos dos si es de efe o del segundo:

El Codex Vaticano Urbinate 1270, también conocido como el tratado de Leonardo da Vinci sobre pintura, expuesto en una muestra sobre el pintor italiano en la Librería Nacional en Sofía, Bulgaria. El manuscrito, del siglo XVI, pertenece a la librería del Vaticano y es la primera vez que se presta desde 1657.


Digo, si la librería no ha podido vender el libro desde 1657, no será por el precio único. ¿Será una nueva estrategia comercial, prestarse libros entre librerías? Al menos que salgan a orearse, digo yo.

Que levanten la mano los que estén a favor del precio único.

El veto a una ley, contradictorio

Siempre que leo a Miguel Ángel Granados Chapa el mundo me parece menos confuso. Me ha pasado igual ahora al leerlo sobre el veto a la ley del libro, desde luego. Puede leerse en dos lugares.

El diferendo es sobre el precio único. Todos festinamos los ley si no atendemos ese artículo, la propia comisión alaba la ley y propone algunas mejoras, que al comentar con un vocal de la Cámara, me señaló que deben ir en el reglamento.

Los descuentos son puro cuento, decía hace poco Gabriel Zaid.
No termino de entender el asunto de que:
Arguye la Comisión que se opone al precio único porque su mandato legal es hacer cumplir el artículo 28 constitucional, en la parte que prohíbe “todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados”.

Dolosa o mala lectora, la Comisión aparenta no advertir que se ordena combatir conductas de particulares. Estaría muy bien que lo haga, si lo hiciera. Pero la ley vetada es una expresión de soberanía, un acto de autoridad y por tanto no se le puede aplicar esa referencia a los oferentes del mercado. El precio único no resulta de un acuerdo de productores, sino del ministerio de la ley.


No me queda clara la idea de que puede, mediante ministerio de ley, hacerse algo soberanamente aun y cuando sea contrario a lo señalado por la propia constitución. Precios exagerados es el asunto. Por ministerio de ley puede, ni duda cabe, controlarse la oferta, incluso en casos extremos la demanda, penalizándola, pero sólo bajo el supuesto del precio justo. Quizá la discusión sea la que asoma la cabeza en este punto: ¿puede ser el precio único el precio justo? Muchos pensamos que sólo así puede serlo para toda la cadena del libro, el legislador lo pensó, el ejecutivo, por medio de la comisión, pensó que no, que perjudica al lector. ¿Alguien podría demostrar estadísticamente, por medio de datos históricos, pues, la justeza de la creencia de los más de nosotros? Ojalá

domingo, septiembre 17, 2006

La medianía de los mundos posibles

No vivimos, de cierto, en el mejor de los mundo posibles en cuanto a la distribución de los libros. Pero tampoco en el peor. Cada día entiendo menos lo que debiera entender. Sólo tengo dudas.

¿Es tan terrible la guerra de descuentos? Estados Unidos y Japón son dos de los países con industrias editoriales fuertes y diversas y con economías sanas. Pero no tienen los mismos parámetros para la venta de libros. En uno, el más puro y salvaje libre mercado. En otro, el precio regulado al máximo. No sé cómo explicarlo.

Algo se escapa en el debate. Ambos sostienen las ventajas de los precios bajos. El precio único baja el precio, según todos quienes lo defienden. El libre mercado también y más salvajemente. Se supone que los libros baratos hacen que la gente lea. No conozco datos.

Mis hábitos de consumo, válganos el señor, en cuanto a libros han cambiado radicalmente. Visito pocas librerías con ánimo comprador, prefiero internet. Y en cuanto a internet, la lengua española está muy, pero muy a la retaguardia. Muchos de los libros en español termino comprándolos en alguna librería de Miami o Nueva York. Intenten encontrar La huaracha del Macho Camacho para que me entiendan. La compré a precio bastante accesible, junto con el envío, en Miami. El libro de Trapiello no he podido conseguirlo. Hace un par de años tuve que pedirle a una amiga viajera me comprara la poesía completa de Mariano Brull en la edición de Cátedra cuando viajara a España, en México, supongo, no ha llegado nunca ejemplar de ese libro.

De las bibliotecas mejor ni hablo.

Hasta donde comprendo, el precio único es la mejor apuesta para crear librerías en un país donde casi no existen, y sin librerías no hay manera de responder al interés de los lectores, de responder a la demanda.

Hay que seguir con los días nuestros, la política es el reino de lo práctico y de los equilibrios por contrapesos. La Comisión de competencia impugnará cualquier ley que incluya el precio único. No es sólo que la considere inconstitucional, digo, porque la venta de pilas o baterías en México es inconstitucional, pues la carta magna, como la mientan, reserva la generación de electricidad al estado, y no señala voltaje ni amperaje alguno, dice que toda. Y tan discrecional la ley, entonces, ya está cantado el camino. Y tan pronto llegue a la suprema corte la controversia constitucional, podemos esperar otros años.

Necesitamos imaginación, no quejas ni análisis sobre lo que hizo Fox o dejor de hacer o hará. Mucho menos quejarnos de la comisión. Podemos quejarnos de que Plutón ya no es un planeta, pero de poco sirve.

Hay comentarios. Tomás Granados Salinas habla de la Diferencia específica. Rolando Cordera Campos se une a las quejas con El libro en peligro y Ciro Murayama nos habla de la Economía y [el] precio del libro.

Señalan que La guerra de descuentos influyó en la debacle de la industria editorial, pero seamos honestos, más influyó la muerte de Franco y el fin de los Videlas y Pinochetes. Válganos, que las democracias no le han hecho nada bien al libro en México, pero nadie pide (¿o sí?) la reinstauración de dictaduras...

Para gozo, dos sellos postales [timbres, les dicen en mi pueblo]:







Por cierto, los timbres son los únicos impresos donde las erratas aumentan el valor, lo cual no deja de ser harto interesante...

sábado, septiembre 16, 2006

Los de lentes

An interesting history could be written of the murder or imprisonment during the twentieth century of people who wore glasses, merely because they wore glasses. Communists in particular were inclined to believe that people who wore glasses were their enemies, because – despite their own materialist conception of history, according to which the driving force of history is economic relations rather than ideas – shortsightedness is particularly prevalent among intellectuals, and intellectuals, at least outside the humanities of departments of western universities, have ideas that might cast doubt on the ultimate truth of communist ideology: a backhanded tribute to the fact that ideas ultimately rule the world. An interesting exception among eyeglass-phobic dictators was Macias Nguema, the first, democratically elected, president of Equatorial Guinea, subsequently overthrown by his nephew, the current president, who killed or drove into exile a third of the population, and who had a special animus against those who wore eyeglasses. His animus probably arose more from his uncertain personal claims to intellectual distinction than from the mixture of paranoia and gimcrack ideas about neo-colonialism that he picked up third-hand, which was the nearest he came to ideology.

Lean completo The Realities of Evil by Theodore Dalrymple

Los servicios de inteligencia nunca son inteligentes, viven del temor y la ideología, el prejuicio. La ideología ha matado a más personas que cualquier peste... Y todo terror, todo terror, precisa colaboradores entusiastas y entusiastas convencidos. Así, por desgracia.

Max Aub, judío austriaco
Luis Villoro, comunista
Porfila Reyna, agente de Castro


¿Qué lleva a alguien a delatar a otro por mor de sus prejuicios?

viernes, septiembre 15, 2006

El precio único, revisitado

Algunas dudas y varias imprecisiones. En efecto, era una pregunta retórica, pero señalaba hacia el acuerdo del descuento. Al estar el precio en portada y al existir un esquema claro de descuentos, se puede, digamos, aumentar el precio en algunos casos, cuando la revista o el periódico es de otra ciudad o de otro país, por ejemplo, y entonces se le suma el costo de oportunidad. Claro, las revistas y los periódicos caducan, no tanto en contenidos, pues algunos nunca están en estado comestible, sino en cuanto a exhibición. De ahí la razón de que algunas revistas bimestrales o trimestrales indiquen en su portada exhíbase hasta tal fecha.

Olvidamos todos que el primer acuerdo de precio único fue un pacto de caballeros, realizado, desde luego, por los ingleses. ¿Por qué no es posible un pacto de caballeros en México? Porque la mayoría no está de acuerdo.

Hasta donde pude informarme, y soy miembro de la cámara y estuve pendiente y converso cotidianamente con la gente de la Alianza, la posición por parte de los libreros era de apoyo. Pero ya saltó la liebre. Apoyaba la Asociación de Libreros de México, que no agrupa a todos. Pero lo más sorprendente es que la Caniem no respondiera las observaciones de la Comisión de competencia económica, como si no tuviera importancia su posición. Vimos bien que era fundamental, que el congreso sólo no basta, pues el ejecutivo puede observarla y pelear su no aplicación, como ya anunció la propia comisión.

Quizás soy demasiado realista, pero para mí el precio único está muerto. Se deben buscar alternativas, pues aun cuando la apruebe el senado, la Comisión la impugnará pues, en sus propias palabras, debe defender la constitución y su único propósito es que no existan monopolios ni acuerdos que perjudiquen al consumidor.

Acusar de ignorancia, fundamentalismo, opacidad u otros muchos varios y terribles prejuicios, no sirve de nada. La discusión debe ser legal, y nadie está dando argumentos legales. ¿Es constitucional el precio único? Se necesita una defensa jurídica. No soy experto constitucionalista, ni mucho menos, pero me parece que no lo es, pues el texto de la constitución plantea como característica básica de la justicia distributiva, léase económica, léase revolucionaria institucional, léase neoliberal que intenta rebasar por la siniestra, la competencia libre y desinteresada de los productores, empresarios y,o, editores.

Además, varias librerías no están de acuerdo, por las razones que sean, y nadie ha intentando convencerlos. En el desayuno para exponer la ley en la Caniem se propuso realizar un folleto que, parece, no se ha hecho.

Porrúa es un caso aparte. Los Sepan cuantos toda la vida han sido baratos y tienen el mismo precio, precio único, en todo el país. ¿Cómo lo logran? De nuevo, controlando los descuentos. Gandhi nunca pudo obtener descuento mayor al 30% de parte de Porrúa. Su argumentos principal, si no me das más descuento no te compro, no les importó. Hablamos de hace muchos años. Porrúa nunca cedió y Gandhi tuvo que aceptar las condiciones de Porrúa.

Podría entonces hacerse un acuerdo de caballeros entre los editores, pero entonces la comisión diría que existen prácticas desleales de comercio y los importadores, distribuidores, irían en contra.

Una duda enorme, ¿por qué el país con la mayor riqueza editorial y de mayores ventas en el mundo no tiene precio único? Claro, hablo de Estados Unidos. Es el país donde más se edita, donde más se venden libros, donde más editoriales existen y dónde más librerías hay.

Las críticas más inteligentes hacia el precio único dicen lo siguiente: el precio único es un camino tortuoso y difícil para lograr la rentabilidad de las librerías y la diversidad editorial. ¿No sería mejor crear esa rentabilidad y esa diversidad por métodos de subsidios directos?

Véase el artículo de Frederick van der Ploeg Beyond the Dogma of the Fixed Book Price Agreement

Podría ser una salida al problema, buscar el apoyo a la creación de librerías como primer paso para aliviar, en algo, el estado casi comatoso de nuestra industria editorial.

Al tiempo.

jueves, septiembre 14, 2006

Revistas y precio único

¿Por qué en México las revistas tienen precio único sin necesidad de ley alguna?

No hay plazo que no se cumpla

Recibí, después de amplia espera, los documentos de la DFS sobre Elena Garro. Puede verlos quien quiera en esta dirección. Hoy o mañana digitalizo los documentos de Octavio Paz. Comentaré en la obscura transparencia.

martes, septiembre 12, 2006

Democracia y descuento

¿Es democrático el descuento en los libros? Es decir, a mayor descuento mayor lectura, al menos, mayor compra. ¿No es mejor precio bajos? De nuevo, elasticidad o inelasticidad.

Los dogmas clásicos, pues se convirtieron en dogmas, al parecer, nos dicen lo siguiente:

1. La demanda es elástica al precio. Contra todas las opiniones de ahora, la teoría señala la existencia del monopolio, pues en la mayor parte de los casos para cada título distinto existe un solo editor, a cuyo partir prueba la elasticidad. Es decir, la demanda no varía con el precio. Por seguir con la metáfora de la liga, que podemos estirar mucho el precio sin que la demanda cambie.

2. La relación entre ventas y catálogo se establece por medio de la proporción de don Pareto, el famoso y nunca bien ponderado 80/20. Es decir, el 20% de los títulos del catálogo genera el 80% de las ventas. Algunos, harto inteligentes, buscaban eliminar el 80 restante y lo único que lograban era disminuir las ventas y desplazar a otros títulos la misma característica de 80/20.

3. El costo de producción debe ser el 20% del precio de venta al público.

4. A mayor producto per cápita en un país, mayores ventas de libros.

5. A mayor escolaridad en un país, mayores ventas de libros.

6. La industria editorial vive de los lectores de corazón, es decir, aquellos que compran más de 13 libros al año.

7. El segmento de la población que consume la mayor cantidad de libros son las mujeres entre 30 y 50 años.

8. El aumento en el tiraje disminuye el costo del libro. El punto de equilibro mínimo es de 1000 ejemplares (o 2000 en algunos casos).

9. Las devoluciones se saldan, los sobrantes, después de saldar, se destruyen.

10. El punto de equilibrio en los libros traducidos es 1.5 veces mayor que el de los no traducidos.

Este extraño decálogo parece haber llegado a su fin, entre otras muchas cosas, por los cambios en la distribución, por el avance tecnológico en la producción y por los cambios en los hábitos culturales.

A reflexionar sobre cada uno de estos puntos.

sábado, septiembre 09, 2006

Errata y laberinto

eErrata sonriente: Werner Jaeger (1881-1861), nació 20 años después de muerto...

Leo el Laberinto, el sumplemento de Milenio. Recomendable esta semana por la defensa de la ley del libro. Unos y otros, a favor y en contra, descalifican la descalificación y así nos vamos. La derecha, como si las simplificaciones sirvieran para algo, no quiere que leamos. Ni siquiera. Extraño, además, acusarlos de torpes, iltrados y dogmáticos, pero a la vez, altamente inteligentes... En fin.

La tinta, la tinta, la endiablada tinta

De las variantes de tortura, la tinta sobre el papel es de las más extraña y paradójicas, pues la existencia misma de la tinta ha permitido y permite la impresión de buenos y perdurables páginas, folios diría Almela. Pero en cuanto a subrayar algo, en fin, qué hacerle. La tinta es endiablada. Pero la tortura mayor es cuando el lector es lerdo, menso, obscuro, y subraya todo. ¿Para qué? Hace poco me sucedió con una primera edición. La nota del vendedor decía algunos subrayados. Debió decir, algunos no subrayados, o algo por el estilo. Es un libro prácticamente ilegible y cuya restauración sería obra de muchísimo tiempo. Recuerdo ahora a Les Luthiers. ¿Tiene muchos libros escritos? Y..., siempre los compro ya escritos...

Libros con carácter

Pero no ignoramos —lo sabemos bien— que hay cierto número de llamados biblióficos que practican esa actividad por puso snobismo, como la practican los snobs de la pintura. [...] Y todavía hallamos una diferencia entre esas dos clases de coleccionistas: el de pinturas gasta dinero en restaurar el cuadro valioso que adquirió; el de libros evita ese gasto "para no quitar carácter" al volumen; para él, un libro antiguo no tienen carácter si sus folios no están de color café o enrojecidos (por oxidación que los reducirá a polvo); si no tienen manchas de diferentes clases (casi todas producidas por colonias de hongos destructores); si no tienen rayas e inscripciones estúpidas hechas a pluma. Si al snob le decimos: "Cuando este libro salió de las prensas, hace cuatrocientos años, tenía el papel blanco, no lo ensuciaban manchas de ninguna clase. Era un ejemplar pulcramente acabado. Ése era su verdadero carácter original"; entonces nos replica: "Sí, pero el carácter de antigüedad es aora cuando lo tiene." Por nuestra parte, contrarreplicamos: "Eso que usted llama carácer de antigüedad acabará con ese ejemplar en x años, acaso tantos que ni yo ni usted lo veremos, pero acabará con él." Entonces nuestro interlocutor no añade una palabra más: hace un simple gesto que interpretamos exactamente y cuyo significado expresó un monarca francés en el siglo XVIII: "Après moi le déluge".

Juan Almela Meliá, Higiene y terapéutica del libro.

Regreso al libro de Almela con regularidad y constancia. Ahora está de moda la limpieza física de los libros, con goma blanda. Prefiero la química, mucho más rápida y eficiente. No sé de cierto, en verdad, si sea más o menos agresiva, quizá es cuestión de temperamento. Para algunos, es menos agresivo borrar gentilmente, aunque visto al microscopio no hay ninguna gentileza. Para otros, es menos grave la limpieza química, igual de agresiva.

El problema inicia con las cuestiones científicas elementales. ¿Por qué limpia más rápido el agua caliente? ¿Por qué el agua debe estar desmineralizada? ¿Es lo mismo desionizada que desmineralizada?

Prefiero los libros limpios, así de sencillo. Sean nuevo, viejos o de madiana edad.

viernes, septiembre 08, 2006

Veto al precio único

No creo que le hayan mentido a Vicente Fox. Es una explicación harto extraña. Simple y sencillamente no están de acuerdo con el precio único, es decir, tienen una posición por demás ortodoxa sobre el libre mercado. Ruy Sánchez le reclama en la entrega de un premio. Bien, pero los argumentos son malos. Decir que: el 20 por ciento de las librerías cierra cada año, es una falacia. De ser cierto, en el sexenio de Fox hubieran desaparecido el 75% de las librerías.
Apoyo el precio único y apoyo la ley del libro. Pero, creo, es letra muerta ya el precio único, pues hay demasiados problemas legales asociados. Debiera pensarse una mejor defensa...

Fernando Escalante Gonzlabo habla a favor, Alberto Barranco señala el dilema y señala las razones de la Comisión. En resumen, hay dos posiciones incompatibles. El senado tiene ahora la palabra...


[Jornada] [Crónica] [El Universal]

Ex libris



Encuentro estos ex libris, vía dadanoias, del artista Artemio Rodríguez.

martes, septiembre 05, 2006

Inconstitucionalidad del precio único

El precio único en México es letra muerta. No importa ya el optimismo de la Caniem o del congreso, no importa el cabildeo ni los argumentos, la Comisión de competencia económica le dio la puntilla sin posibilidad de que nunca, excepto cambiando la constitución, sea factible el precio único.
El asunto es harto simple, pero de alcances enormes. La comisión de competencia vela, según su ley expedida por el congreso, el libre mercado de este país, es decir, que no existan monopolios de ninguna especie e impere la libre competencia. Como el precio único penaliza el descuento, inhibe la libre competencia y, por ello mismo, genera monopolios, muchos y diversos, pero monopolio al fin.
Como hay muchos libreros y distribuidores bastante infelices con la posibilidad misma del precio único, aun y cuando la promulgaran, la Comisión abrió el camino libre a los amparos por inconstitucionalidad. La suprema corte los otorgará con toda facilidad y volverá inviable el precio único. Con un amparo ganado, adiós ley de libro en ese rubro.
Práctico, creo que debemos dirigir las baterías a otros menesteres. La comisión mostró el camino para aniquilar la ley y, pese a la buena disposición de todos, ese artículo nace muerto.
Me sorprende mucho ver que las cámaras lo pensaron como un mero trámite y la Caniem consideró que no entendían el asunto. Todo lo contrario, lo entienden bien. La eliminación de la libre competencia beneficia al consumidor en el mediano y largo plazo, pero puede crear distorsiones.
Todos ven a la ley como proteccionista de mala manera, como un beneficio para los editores. Pocos ven beneficios para las librerías. Nadie, al final de cuentas, para los lectores.
Nunca he podido explicarme, en México, porque la mayor cadena, Sanborns, no da descuentos y, sin embargo, domina el mercado de novedades. Gandhi estuvo de acuerdo con el precio único, pero Sótano está francamente en desacuerdo.
Debemos comenzar a realizar estudios serios de qué se vende y cómo en México para poder crear alternativas. ¿No sería bienvenido un plan de apoyos para creación de librerías por medio de la Caniem, Educal y el FCE? Podría crear la diferencia en el país. Hacen falta librerías, todos estamos de acuerdo. Entre todos debiéramos buscar alternativas y no esperar, ahora, la aprobación de la ley, que comienza a parecerse peligrosamente a la anterior, aprobada al final con el riesgo de nunca ponerla en práctica.
Lo aterrados, como empresarios, es que casi ninguna librería ni editorial creó planes alternos, en caso de que se aprobara y en caso de que se rechazara. Vivimos en la inercia y, hasta donde parece, en la inercia seguiremos...
Los lamentos y las sorpresas salen sobrando.

Aplauden veto a ley del precio único del libro

Curiosas, extrañas, extremas posturas. Bien dice René, consumidores, no lectores, pero en esa tensión radica todo el problema. Bien económico y bien cultural. Muchos más de quienes imaginamos no están de acuerdo, muchos menos de quienes debieran, la defienden. Si no hay acuerdo, es suicida. Transcribo el artículo:

Heriberto Cortés Vélez/Cambio de Michoacán

Martes 5 de Septiembre de 2006

«Por única vez Fox le atinó, aunque fue por ignorante y por estar en contra de la ley», expresó el escritor moreliano José Ramón Méndez Estrada, respecto al veto que dio el presidente de la República a la iniciativa de ley del precio único del libro.
En esto coincidieron algunos encargados de las librerías morelianas, aunque no todos, ya que para Omar Jasso Esparza, responsable de la librería de Conaculta-Morelia, «la propuesta de ley era muy buena, con un precio único todos tendríamos ventas, a nosotros no nos conviene cuando abaratan los precios».
Además señaló que en su librería no realizan descuentos, sino que tienen un precio fijo oficial, por lo que dijo «abaratar precios no nos conviene».
El director general de las librerías Hidalgo, Gerardo Díaz Figueroa, apuntó que «la ley del precio único busca que resulte beneficiado el consumidor, yo tengo quince años en este negocio, antes a muchos libros se les hacía un sobreprecio, por el transporte, pero ahora ya no es necesario, nosotros tenemos los mismos precios que las librerías del Distrito Federal, en zonas de Yucatán o Tijuana sí hay un incremento del 20 o 25 por ciento».
Gerardo Díaz explicó que cada editor le pone precio a sus libros incluyendo el salario del autor, el costo de la publicidad, el transporte y la producción.
Sin embargo, reconoció que «estamos en un país en el que el poder adquisitivo es muy bajo, y el gusto por la lectura no es muy alto, para nosotros ha sido mejor que no se aprobara esta ley.
«La realidad es que, en el caso de las librerías, vivimos de las personas que tienen que comprar el libro por obligación, porque es una lectura obligada, porque realmente lo tienen que comprar y no les queda de otra, nosotros ofertamos descuentos, o damos tarjetas de descuentos con los que la gente ya sabe que siempre tendrán el quince por ciento menos, a los lectores eso les conviene», señaló Gerardo Díaz.
Rafael Romero Martínez, dueño de las librerías Luz más Luz, que comercian libros usados, señaló: «No estamos preparados para el precio único del libro, yo que vendo libros usados y saldos, cómo podría manejar eso, tendrían que hacer un apartado especial para mí, hay un gran mercado de libros de segunda, los saldos que maneja Ghandi, por ejemplo».
«Quienes intentan hacer estas leyes están soñando, son inaplicables, si no vigilan que se cumpla el precio de los alimentos básicos, tendrían que crear una instancia que se encargara de vigilar esto, pero la realidad es otra, ya no podríamos hacer descuentos, es como querer aplicar el comunismo en México, suena muy bien, pero la realidad es que aquí todos queremos ganar lana», agregó Rafael Romero.
El escritor José Ramón Méndez, autor de libros como Tzitzilini y otras lecciones del lado moridor o el Segundo curso de tesoros y aparecidos, que actualmente escribe como becario del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico, dijo respecto al veto del presidente de la República que «por única vez, Fox le atinó, aunque fue por ignorante y no porque sepa lo que hizo, por estar en contra de la ley.
«Fox le atinó por ignorancia, pero con esto beneficia a los lectores, porque muchas librerías dan descuentos, además de que los libros tienen precios muy altos».
En contraste, el también escritor moreliano Humberto Luis Valdivia Calvillo, expresó: «Estoy muy enojado, él (Vicente Fox) como tiene tanto dinero no le importa, los libros son una fuente de la inteligencia, son el vínculo más preciso que hay entre la ignorancia y la inteligencia, se le está poniendo un precio alto a la inteligencia.
«En los países socialistas los libros son muy baratos, ediciones económicas, pero en los países ricos hacen ediciones de lujo, la idea sería que todo el mundo debería poder comprarlos, al gobierno sólo le interesa satisfacer sus ambiciones».

lunes, septiembre 04, 2006

¡No te sabes estar quieto!

Como bien decía la progenitora mía, no me sé estar quieto. Muchas otras cosas decía de mí, pero no están para saberlo. Inicio una nueva bitácora sobre transparencia y acceso a la información, La obscura transparencia. Como siempre termino por preguntar algo que no me quieren responder, me dedico, ya en parte, al pastoreo de mis solicitudes y mis recursos de revisión y, desde luego, a leer toda la información que me dan. ¡Cómo escriben cosas inútiles las burocracias! Porque seamos claros, todo lo escriben, el problema es investigar dónde lo archivan. Hay que buscar, sobre Octavio Paz, en la O de Octavio, en la P de Paz y, de pasada, en la E de esposo de Marie José y en la N de Nobel. Luego así son de elementales...

Un ejemplo simple. En su biografía Ricardo Garibay confiesa haber recibido una beca mensual de parte de presidencia, del todo discresional e ilegal, desde luego, aunque muy merecida, también, como muchas cosas en este país. ¿Dónde buscar esa partida presupuestal, de dónde salió ese dinero? Uno de los muchos apuntes.

Sin ironía alguna dijo sin ironía alguna

¿Cómo llegamos, o cuándo, al punto de aclarar demasiadas veces que alguien dijo algo sin ironía alguna?

Y el premio antes llamado Juan Rulfo™ es para...

Vivimos instalados en un vodevil, casi una farsa. El H. abogado de la familia Juan Rulfo™ amenaza, con todo respeto, imagino, al posible ganador: "tendría que rechazarlo o aceptarlo poniendo como condición que se retire el nombre de Juan Rulfo o atenerse a las consecuencias legales".

Sergio Pitol, ganador del premio anterior, partícipe en el jurado del actual, por pura casualidad amigo del hoy ganador Carlos Monsiváis.

¿Gritarán voto por voto los familiares de Juan Rulfo™? ¿Harán plantón en los pasillos de la feria del libro de Guadalajara?

De unos y otros, puras torpezas. Vivimos en un vodevil, bastante malo por cierto.

Bienvenida la nueva cleptocracia...

domingo, septiembre 03, 2006

Ratifica CFC su oposición al precio único en libros

La Comisión Federal de Competencia (CFC) reiteró la opinión enviada al Senado de la República el 6 de octubre de 2005, en la que manifiesta su oposición a un régimen de precio único para los libros, debido a que este esquema impide la libre competencia en ese mercado, en detrimento del consumidor.
La experiencia internacional demuestra que la imposición de un precio único obliga a los consumidores a pagar costos más elevados por libros, hasta 30 por ciento. Por ello, resulta contraproducente incluir esta medida en una ley orientada a fomentar la lectura.
La CFC tiene la obligación legal de proteger el proceso de competencia, para garantizar que los consumidores tengan acceso a los bienes y servicios que demandan en las mejores condiciones de precio, calidad y disponibilidad.
Por esta razón, la Comisión emite opiniones sobre iniciativas de ley que puedan afectar las condiciones de competencia en mercados.
Así lo hizo, por ejemplo, en el caso de las recientes reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, donde advirtió que éstas no impedirían la concentración excesiva en este mercado.
La decisión sobre el precio único del libro debe darse sobre la base de la evidencia empírica y con el objetivo de beneficiar a los consumidores, más allá de proteger el interés de cualquier industria.
Sólo con este enfoque se logrará el objetivo de fomentar la lectura en México.
El presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, concluyó que “el esquema del precio único impediría a todos los participantes en el mercado de los libros ofrecer a los consumidores precios más bajos, aunque estuvieran en condiciones de hacerlo por operar de manera eficiente, debido a que esta práctica quedaría fuera de la ley”.

La espía a la que le mataban los gatos

Los documentos fueron solicitados por Alfredo Herrera Patiño, editor del sello independiente Verdehalago, quien, al no recibir respuesta positiva de las autoridades, solicitó la intervención del IFAI. Los papeles fueron, finalmente, liberados, y el escándalo comenzó: Garro, la escritora de los vestidos Dior, las perlas y el cabello platinado, la ex esposa de Octavio Paz y ex amante –o al menos amorosa corresponsal– de Adolfo Bioy Casares, había delatado ante el gobierno a buena parte de la clase intelectual de los años sesenta y llegado incluso a codearse con Lee Harvey Oswald, luego supuesto asesino de John F. Kennedy, quien hizo un viaje a México poco antes de dizque cometer el magnicidio.

No parece haber segundas intenciones aviesas en los trámites realizados por Herrera, cuyo propósito expreso es que su petición siente jurisprudencia y permita que se abran los archivos de la “Guerra sucia” que libró el gobierno mexicano contra organizaciones de extrema izquierda en los años sesenta y setenta. “El fantasma de Elena Garro ronda todavía e impidió, nos impidió a todos, ver esa parte sustantiva de entrada”, afirma el editor en su blog.

Su declaración no ha impedido, desde luego, que algunos opinen –viene mucho esta temporada– que en el fondo del asunto yace, viscoso y palpitante, un complot...


Antonio Ortuño en Letras libres.

Los documentos no han sido liberados. El IFAI ordenó al AGN realizar una versión pública de acuerdo a lineamientos señalados por el propio IFAI, versión ya en poder del comisionado ponente del recurso de revisión quien, según dicho de la titular de la unidad de enlace del AGN, con quien hablé el miércoles, no les ha dado cita para su cotejo. Es decir, excepto el AGN y el IFAI nadie, claro sin contar al propio CISEN, ha visto los tales documentos. Como casi todas las polémicas e intercambio de ideas en México, todos hablamos sobre algo que no hemos leído. ¡Es tan fácil estar bien informado en este país!

Una precisión, tengo intenciones aviesas, me interesa el acceso a la información... En cuanto a segundas intenciones...

Desde luego el comentario de Ortuño es el mejor que he leído. Pero, como todos, peca de esa metahermenéutica nacional, las segundas intenciones. ¿Por qué nos preocupan las segundas intenciones? Por una razón simple, que he llevado a la práctica en la editorial en cuanto empresa, la mejor forma de sorprender a alguien, en este país, es decirle la verdad. Creo que anida ahí la poca difusión del IFAI y de la propia ley, su poco uso. Es un arma ciudadana tan poderosa que no lo creemos.

Lo curioso es que, pese a mi declaración expresa, nadie repara en Octavio Paz. Solicité los expedientes de Octavio Paz y de Elena Garro, y solicité ambos para comparación, dada su obvia cercanía y sus comportamientos, digamos, contrastantes. Además de mi recurso, hubo ya otro con relación a un desaparecido, con los mismos resultados.

sábado, septiembre 02, 2006

El veto a la ley del libro

José María Espinasa, presidente de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes y cabeza de Ediciones sin nombre publicó el siguiente texto en La Jornada:


El gobierno del presidente Vicente Fox se despide vetando -se dice observándola, pero en la práctica es un veto- la Ley para el Fomento a la Lectura y el Libro, ante la campaña de la Comisión Federal de Competencia y la Secretaría de Hacienda, escandalizadas por el terrorista ataque al sagrado dogma del neoliberalismo que -dicen- representa el precio único. No sólo desautoriza a las autoridades del sector educativo y cultural -la SEP y el CNCA apoyaron dicha ley-, no sólo ignora la decisión de las cámaras -en el Senado por unanimidad, en la de Diputados por amplia mayoría- y el acuerdo de los organismos gremiales y profesionales de la cadena productiva del libro, sino que deja al desnudo lo que antes disimulaba, su desprecio por el lector y por la lectura como elemento vital del desarrollo cultural.
De nada sirvió la argumentación conceptual, los ejemplos, la disección del funcionamiento económico y social del mercado del libro, las voces autorizadas y en buena cantidad que hablaron en favor, nada, prevaleció el dogma. Se le quiso objetar como anticonstitucional y no hallaron por dónde, y terminaron vetándola porque contradecía las bondades del capitalismo salvaje. No importó que se les demostrara que incluso bajo esa óptica el precio fijo resultaba benéfico. Y, desde luego, no tomaron en cuenta nunca el valor del libro como bien social.
Sería conmovedor, si no fuera patético, que todo se instrumentara como película de Hitchcock en su peor época, con la creación de un suspenso pueril que deja para último minuto el anuncio de lo que ya sabían desde muchos días antes. La tecnocracia resuelve así las cosas, de último minuto y de la peor manera. Presidencia tuvo la ley aprobada por las cámaras durmiendo en su escritorio tres meses y sólo cuando se vencía el plazo de su promulgación decidió hacer el veto. ¿Qué cara tendrá Reyes Tamez en este momento, cuando realizó una brillante defensa de esta iniciativa? La cara de todos los que hicimos algo por esa ley es de desconsuelo, pero Fox no es nuestro patrón y fue nuestro enemigo -en este caso no nuestro adversario- a lo largo de todo su sexenio. Nosotros seguiremos haciendo libros y él espero que cumpla su promesa de retirarse al rancho.
Los diputados y senadores de la nueva legislatura tendrán de nuevo como asunto pendiente algo de lo poco que sus antecesores ya habían resuelto. Habrá que insistir, más allá de la decepción, en la pertinencia de la ley y en especial del precio único. Se tendrá que volver a explicar a las cámaras el asunto, convencer a nuevos funcionarios y esperar que algún día -y que no sea demasiado tarde para la industria y la cultura- entre en funcionamiento. Los enemigos declarados de la ley celebrarán el asunto, los que -por cobardía más que por falta de convencimiento- no la defendieron tendrán que asumir su falta de compromiso y la responsabilidad en el desastre.
Mientras tanto, se tendrá que redoblar la apuesta por un lector activo, por el que lee por placer, en bibliotecas, en libros prestados, en aquel que hace el esfuerzo de apartar algo del gasto y compra un libro para sus hijos, aquel que se siente orgulloso de tener aunque sea una mínima biblioteca familiar, aquel al que se le despertará la vocación lectora más por necesidad que por azar, por aquel que sabe que la página es un territorio de libertad que no pueden robarse. En fin, después de tantas afrentas contra la democracia y la cultura ya no debería sorprendernos una más. Y sin embargo nos sorprende.

LOM polemizó con la Cámara Chilena del Libro por exclusión de evento

La casa editorial atribuyó a un acto de censura su marginación de Feria del Libro de Ñuñoa, situación que fue desmentida por el organismo que encabeza Eduardo Castillo.

A dos días del fin de la Feria del Libro de Ñuñoa estalló una polémica pública entre LOM Ediciones y la Cámara Chilena del Libro, debido a la marginación de la casa editorial del evento.
Según la versión de LOM, el organismo que encabeza Eduardo Castillo tomó esta determinación por declaraciones del director de la editorial, Paulo Slachevsky, sobre los reales efectos de la piratería en la industria.
LOM teme que la medida se repita a futuro, en cuyo caso -aseguró- no dudará en acudir a la Fiscalía Nacional Económica.
Frente a esta versión, la Cámara Chilena del Libro sostuvo que la marginación de la editorial -en cuyo catalogo figuran autores como los Premios Nacionales 2006 José Miguel Varas (Literatura) y Gabriel Salazar (Historia)- se debió "a una reingeniería total que se hizo con la Feria del Libro de Ñuñoa después de siete años".
Como hubo "un menor cupo de stands que otros años", explicó el organismo, "se privilegió la participación de empresas socias de la Cámara".
A través de un comunicado, la Cámara del Libro aseguró que "no ha tenido ni tendrá jamás una disposición negativa ni de censura en contra de ninguna empresa del libro y por ello sistemáticamente ha acogido en sus eventos a creadores, intelectuales y productores sin distingo alguno".
La misma nota recalca que en el caso concreto de LOM, la firma ha participado sin problema alguno en muchas actividades y ferias de la Cámara, al punto que ya tienen contratados tres locales para participar normalmente, como en años anteriores, en la Feria Internacional del Libro de Santiago, que se realizará en octubre próximo.
"Lamentamos que en el contexto señalado y que está avalado por una conducta pública intachable e indesmentible de la Cámara, más allá de sus autoridades en el tiempo, y que es conocida por todos, se confundan planos absolutamente distintos que lleven a aventurar juicios totalmente alejados de la realidad", indicó.
La declaración agrega: "Que nadie se confunda y dude que la Cámara, como ha actuado en sus 56 años de vida, será la primera en levantar banderas contra cualquier asomo de censura venga de donde venga".


Un acto que atenta contra la libertad de expresión


Desde LOM, Paulo Slachevsky reiteró sus polémicos dichos e indicó que se trata "el tema de la piratería como si fuera el único y gran tema del libro".
"Se limita el gran tema de la lectura y el libro a uno de sus aspectos, que es un aspecto importante, que hay que enfrentar, pero para nada el aspecto central", aseveró.
Para el ejecutivo, "la piratería es un problema, pero que afecta a los best sellers, a los 30, 40 títulos más vendidos, y es un problema grave pero tampoco puede terminar siendo el principal tema del ámbito de la propiedad intelectual y el derecho de autor", sostuvo.
Slachevsky también recalcó que la ausencia de LOM en la Feria del Libro de Ñuñoa se trata de un acto que atenta contra la libertad de expresión.
En tanto, José Miguel Varas, quien sí figuró entre los expositores de la citada muestra, que finaliza este domingo, expresó sus reparos a la presunta actitud de los directivos de la Cámara Chilena del Libro.
"A las librerías, como se sabe, no entra mucha gente. Las ferias tienen la ventaja de que llevan el libro hacia la gente", dijo el autor.
"Entonces, que por diferencias de opinión respecto de cuestiones que son el fondo de interés público y que debieran debatirse, personalmente me parece absurdo que se aplique una sanción para resolver una discrepancia", sentenció. (Cooperativa.cl)

Adiós al precio único

El presidente Fox, el día límite para hacer observaciones de acuerdo a los días legislativos, días en los cuales el congreso está en periodo de sesiones, hizo la obervación, más o menos anunciada por la Comisión de Competencia Económica, de que el precio único en los libros significa, según su docta economía, un monopolio. Todos los demás artículos de la ley le gustaron que da pavor, según se desprende de la observación, pero ya en el estribo, prefiere no promulgarla y la regresa a la discusión legislativa, con nueva cámara más preocupada por sobrevivirse a sí misma y tener presidente electo y de posesión tomado que otra cosa.

En fin, demos vuelta a la página con buenos editores y comencemos de nuevo. Con todo y que el secretario de educación pública apoyó la ley, de facto no hizo efectiva la anterior. Seguimos, pues, con una ley que no se aplica y una nueva a la cual le comenzarán a dar su hojalateada y restirada. Quedará presentable, pero harto menos atractiva. Deja Fox la bibliotecota y las bibliotecas escolares y de aula. No es poco. Tampoco mucho...

En cuanto a la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, el presidente sólo expresa reservas respecto del esquema del precio único de los libros, por considerar que al suprimirse la libre competencia y los incentivos a la reducción de costos de distribución, los consumidores podrían verse impedidos de tener acceso a menores precios. [Nota completa]

viernes, septiembre 01, 2006

Premiado espurio

Dice uno de los herederos de Rulfo, sin ironía alguna, que el próximo premiado del Rulfo será un premiado espurio:

La persona que acepte el reconocimiento que se entrega cada año en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, y que hasta el año pasado llevó el nombre de Juan Rulfo, "sería un premiado espurio, estará aceptando un premio con un nombre ilegal. Un premio que no existe", advirtió Juan Francisco Rulfo, hijo del escritor jalisciense.

¿Cómo se puede aceptar un premio que no existe y, además, indignarse por la entrega de ese premio que no existe?

Los enredos del quesillo de Oaxaca se vuelven la norma de pensamiento. Habrá que otorgar el premio El queso del mes pese a lo competido.

Mejor, habrá que otorgar el premio que no existe a la inteligencia inexistente. Llámemosle el premio que no se llama Juan Rulfo. Mejor, el premio este premio no se llama Juan Rulfo... y quien lo reciba deberá entregar al honorable jurado, en este caso su servidor, la cantidad que el jurado decida...

¿Se imaginan pidiéndole a los ayuntamientos retiren el nombre de Juan Rulfo a las calles así nombradas? ¿Calles inexistentes...? Desde hoy mi refrigerador, que sufrió un infarto la semana pasada y está comatoso, pero en franca recuperación, según el técnico altamente especializado que contraté, en este caso mismo su mismo servidor, llevará el nombre de Juan Rulfo. Guarda las cocas en el Rulfo, le diré a mi conciencia... Voy a que Juan Rulfo me dé una cerveza... Algo huele mal en Juan Rulfo... Lo impensable, se calentó Juan Rulfo... Cómo salió malo este pinche Juan Rulfo, de GE tenía que ser...

Larga vida a Juan Rulfo...

Cóbraselos caro

Rectifico, no lo cobrarán caro, ya lo cobraron. Basta ver el mínimo y pésimo nivel educativo para saber, de cierto, que ha salido muy caro. De la primeria los niños salen sin saber las operaciones elementales, sin tener clara la relación entre suma y multiplicación y resta y división, sin saber utilizar un mapa de su ciudad, sin saber consultar un diccionario y sin haber tenido nunca noción alguna de un directorio telefónico. Internet, para algunos, ha significado una educación alterna y benéfica, como siempre, para quien más tienen.

Por eso queman libros, porque no falta demasiado para la quema de computadoras...

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin